Yo Tengo una Venezuela Perdida
Y es que el tiempo se lo a quitado todo a su tierra y a mi, su recuerdo.
No importa cuanto tiempo la haya conocido,
yo crecí amando ese nombre y su gente me vio nacer;
aprendiendo que ese, el lugar donde mis seres más amados amaron más y fueron felices como nunca, es de donde vengo; a pesar de que no me reconozca el rostro.
Donde, a pesar de la migración obligada, se me quedó inexplicablemente el sabor de arepa
y esa alegría sin motivo que todos se preguntan de donde brota.
Yo ya no pertenezco a ningún lugar, porque a donde pertenecía ya no existe
y solo es historias preciosas que me cuentan los mayores;
junto a una voz que es de aquí y es de allá, sin ningún dueño.
Pero yo puedo amar más que a un solo suelo y más que a pocas gentes,
y puedo ser de todas partes.
Porque puedo llorar al sentir temblar estas tierras y mañana, al escuchar un arpa llanera.
Porque mi espíritu puede dividirse y multiplicarse; amar sin fronteras.
Fuerza Venezuela, y todos tus otros huérfanos que te guardan desde distintas esquinas del universo.
-Anaíro
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